1970 Clasificación de Colegiales

TITULO  Clasificación de Colegiales
AÑO 1970-1908
PROTAGONISTAS Todos los Huérfanos
AUTOR Juan Manuel Orozco

CLASIFICACION DE COLEGIALES

Dentro de los alumnos que han pasado por el Infanta y en la época en que yo vivía allí, podríamos establecer diferentes “castas” de colegiales.

EXTERNO, Alumno que solo asistía a clases, mayoritariamente con padres aunque existía algún caso de huérfano externo, eran casos minoritarios. Claramente identificables, por estar bien peinados, con ropa limpia y planchada, oliendo a colonia y con dinero.

MEDIOPENSIONISTA, Alumno también en su mayoría con padres, que asistía a las clases y comía en el colegio, estos eran claramente distinguidos en el comedor por estar sentado en los sitios menos solicitados y por sus servilletas a cuadros. También existían huérfanos mediopensionistas y también en número escaso. Su identificación también sencilla, variaba a lo largo del día, por la mañana, se confundían con los externos y a la hora de marchar para casa se asemejaban más a los internos.

INTERNOS, La gran mayoría huérfanos de padre aunque algunos también de madre. Como no podía ser de otra manera, también había excepciones, yo conocí un interno que tenía padres. No existía duda en su identificación, vestimenta, Segarras, playeras, planchado estilo taquilla (arrugas por todos lados), etc. Aun siendo la casta más numerosa y poderosa, se subdividía en tres grandes etnias.

PRIMARIO, Etnia a la que pertenecíamos todos en un principio salvo si llegabas de adulto. Era la más baja clase existente, que no tenía ningún derecho y si todas las papeletas para un capón. Básicamente era así, aunque luego los mayores solían tratarlos bien, creo que los pequeños puteos se hacían con la intención de espabilarles en la “jungla” del Infanta.
Una vez llegada la edad de abandonar esta casta, había dos opciones que no eran optativas y que “voluntariamente” te invitaban a tomar. 

DE TALLERES, Así se distinguían a los que “amablemente” habían reconducido su futuro hacia la formación profesional, de aquella, estaba como mal visto y se consideraba un poco fracaso, los años han demostrado que teníamos una formación profesional de primera y de la que salieron gente muy bien formada y con la cabeza bien amueblada, que en definitiva era el objetivo.

BACHILLER/BUP, Quizás los mejor vistos, casta privilegiada y que en algunos casos miraba por encima del hombre al resto, por suerte y aunque teníamos nuestras piquillas entre Talleres y Bachiller, al final se imponía el sentido común y antes de nada, todos éramos huérfanos.

De las dos anteriores y en más número de bachiller, se terminaban transformando en UNIVERSITARIOS, máxima categoría alcanzada por los huérfanos, habitantes del 4º piso, frecuentadores del 2º turno en el comedor y con aires medio de bohemios, intelectuales o hippies, mirados con envidia por el resto de castas.

De todos los grupos en los que se dividen los internos, también se podían hacer las siguientes clasificaciones relacionadas con la permanencia por curso en el colegio.

Huérfano por semana, un número no muy elevado de huérfanos, pasaba todos los fines de semana en su casa, el resto, les teníamos un poco de envidia (sana) y compartían con nosotros las provisiones que traían para la semana, también les solíamos hacer encargos.

Huérfano estándar, la gran mayoría, era el que todas las vacaciones las pasaba en su casa, algunos de este grupo, también solían pasar puentes.

Huérfano de pasión, desgraciadamente las estrecheces de aquellos años no permitían a todas las madres pagar el billete de tren de Semana Santa (este no lo pagaba el colegio) y tenían que quedarse en el Infanta, era un numero bastante considerable, alguna vez eran invitados por otros huérfanos a ir a sus casas. Era muy duro verlos rondar por la puerta principal mientras tú cogías el autobús con la maleta y el paquete de bocatas, en más de una ocasión les dabas lo que te quedaba del paquete, tú ya comerías al llegar a casa.

Huérfano 100%, los menos, no tenían a donde ir o sus madres no podían atenderles, se pasaban todo el año en el Infanta, para estos casos y los anteriores, el colegio los solía llevar a campamentos o viajes. Si los anteriores te conmovían el corazón, estos te lo destrozaban y cuando te encontrabas bajo de moral porque era 7 de enero y Semana Santa caía ese año a finales de Abril, te acordabas de ellos y te dabas cuenta de que tus preocupaciones aun siendo válidas, eran algo que se solucionarían con un poco de tiempo.

Esto era más o menos lo que había por aquella época (70/80), luego he odio rumores de que se incorporaron huérfanas al Infanta, pero no me lo creo, eso era como lo de la piscina cubierta, siempre era el año que viene…jajá, bueno, como realmente, la piscina termino por cubrirse y se hizo mixto al final, supongo que la división que aquí he hecho seguiría siendo válida para ambos sexos.

4 respuestas a 1970 Clasificación de Colegiales

  1. Urruchi dijo:

    Vamos a ver. Soy Urruchi, y cada vez que hago un comentario me sale Anònimo. Que no soy Anònimo! Que soy Urruchi!!!

    • Anonimo Urruchi, no lo tengo claro, no recuerdo que esa epoca los hubiese, no obstante queda clasificados ya con tu comentario.
      Si que era muy frecuente a mediados de los 70 los de Banca e Informatica, que creo no era una formacion universitaria en si, sino algo intermedio. Pero no me hagais mucho caso.
      Lo que comenta Afan, me pone en dudas, creia recordar que habia mayores de talleres en el 4 piso con los universitarios, pero lo dicho, no lo tengo claro.

  2. Anónimo dijo:

    Te olvidastes del bachiller laboral, o es que quizás en el 1970 ya no existia? Dormiamos en el cuarto piso con los de talleres, o los de talleres dormían con los de laboral en el cuarto piso, pero cada cual en su cama.

  3. Jose Afán dijo:

    No recuerdo haber conocido huérfanos «de Talleres» cursando posteriormente estudios universitarios mientras seguían internos en el colegio (en el cuarto piso).
    Huérfanos de padre y madre va a seguir habiendo, sigue siendo estremecedor… y me pregunto qué harán con ellos. No creo que puedan conseguir que se sientan mejor que en nuestros tiempos, cuando se integraban en una gran familia, la nuestra. ¡Qué pena…!

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