La Checa de las Cuarenta Fanegas

Se encuentra perfectamente documentado la marcha de los alumnos del Colegio Infanta María Teresa en noviembre de 1936 como medida de protección, junto a las alumnas de Colegio Marqués de Vallejo y a las secciones de jóvenes y la de Huérfanos del Colegio de Guardias Jóvenes, con destino al Balneario de La Fuensanta, sito en Pozuelo de Calatrava (Ciudad Real). Así como la incorporación de los Hermanos Maristas la dirección de la enseñanza en el Colegio Infanta María Teresa en el curso 1941/1942.

Quedando un vacío entre 1936 y 1041, sobre todo en el periodo de la la Guerra Civil, donde explique que uso se le dio al edificio.

Si es conocida la existencia del cuarte general de la Primera División Territorial de Madrid en la antigua iglesia situada en la Avenida de Pio XII, pasada la Nunciatura.

Este relato vamos a tratar de contar algunas de las actividades que están documentadas y que tuvieron como protagonista nuestro colegio. Para ello , se han utilizado los documentos publicados hasta la fecha y sobre todo el archivo de la Causa general- PARES  (Archivo Histórico Nacional), donde se encuentra documentada, entre otras cosas,  todo tipo de acciones emprendidas por las autoridades, fuerzas armadas y de seguridad, y la prensa, libros y folletos de la época

En esta búsqueda, rápidamente nos aparece la llamada Checa del Barrio de Las Cuarenta Fanegas de Chamartín o Checa del Comité Rojo de la Guardia civil.

Documentos correspondientes a Causa General
Caja 1535 – Expediente 97
Ramo separado nº 100
Checas de las Cuarenta Fanegas (Chamartín)

 

Las Checas eran edificios o parte de los mismos que fueron incautados por el Frente Popular en el transcurso del primer momento revolucionario para instalar comisiones represivas, con facultades limitadas de privación de libertades y realización de asesinatos, siguiendo el modelo del soviet.

La denominación de “checa” se difundió entre la población madrileña y de otras capitales ya en el verano de 1936 y lo extendieron por la retaguardia nacional personas que huían de Madrid, haciéndose eco de los sufrimientos y vicisitudes pasadas. A partir de 1937 ,  la palabra fue empleada por los anarcosindicalistas para denunciar los métodos de terror empleados entonces por la policía gubernamental y los comunistas. Defender la República equivale a desencadenar la revolución, y la revolución presupone el terror. Toda una serie de personas y organizaciones van a practicar ese terror, utilizando, entre otros instrumentos, las checas.

Las Checas se multiplicaron, adoptando variadas denominaciones según fuera su procedencia socialista, comunista, comités de vecinos, cenetistas, poumistas, etc. En Madrid funcionaron más de doscientas veintiséis Checas, todas ellas con carácter autónomo, y con apoyo de las Autoridades, siendo dotados numerosos chequistas de carnés de agentes de la autoridad, y premiados, pasado tiempo con el ingreso en la Policía y otras Fuerzas de Seguridad.

Entre julio y octubre de 1936 se produjo la gran represión. Madrid se llenó de checas; alrededor de 345 tribunales populares. La Dirección General de Seguridad del gobierno republicano dejó la purga en manos de los partidos y sindicatos del Frente Popular. En aquellos primeros meses de la Guerra Civil se produjo la primera fase de la revolución: la liquidación del enemigo. Las checas contaban con la documentación electoral de las autoridades, lo que fue muy útil para una represión masiva ya que 220.000 personas votaron al Frente Popular y 180.000 a la derecha.

La represión en estas condiciones era sencilla. Es más; los revolucionarios asesinaron al 30% de la policía madrileña y la sustituyeron con chequistas. Ocuparon edificios emblemáticos. Allí llevaban a los «fascistas», definidos como aquellas personas que no eran de izquierdas, y los encarcelaban, interrogaban, torturaban y asesinaban. Algunos pasaron por varias checas hasta que eran incluidos en una «saca». En esos mesesla ratio de muertos a manos de los chequistas fue de veinticinco al día. Todo cambió cuando Santiago Carrillo, Margarita Nelken y el PCE se ocuparon de la represión: la liquidación se racionalizó, al estilo estalinista y nacionalsocialista, y se llegó a episodios como la matanza de Paracuellos del Jarama, entre noviembre y diciembre de 1936. Desapareciendo Las Checas en 1937.

El Ayuntamiento de Madrid dispuso de un servicio de recogida de cadáveres, que eran trasladados al Cementerio del Este y tirados en fosas comunes. Nunca será posible saber cuántas víctimas hubo de las checas, ni dónde están. En torno al 10% eran mujeres, 25% militares, y 21% religiosos.

Del listado extenso relacionado por la Causa General, creada por Decreto de 26 de abril de 1940, instruida por el Ministerio Fiscal para conocer la actividad criminal de las fuerzas subversivas desde 1936, destacamos aquellas Checas específicamente vinculadas a la actividad policial o a la represión, entre ellas a saber:

  • Checa oficial del Comité provincial de investigación pública, en Alcalá 40.
  • Secretaría Técnica de la Dirección General de Seguridad y escuadrilla del Amanecer en Alcalá, 82.
  • Checa de las Milicias de Vigilancia de Retaguardia en Almagro, 38.
  • Checa a cargo de Guardias de Asalto en Alfonso XII, 14.
  • Checa policial batallón la Pasionaria, Ronda de atocha, 21, 23 (Escuelas Salesianas).
  • Convento de las Damas Apostólicas, de Chamartín. Radio comunista de las cuarenta Fanegas. (Paseo de la Habana)
  • Cuarenta Fanegas de Chamartín (Colegio Infanta María Teresa).—Checa del Comité rojo de la Guardia civil.
  • Checa de Milicias de Vigilancia de Retaguardia, Don Pedro, 10.
  • Checa de Policía afecta a la Agrupación Socialista Madrileña en Fuencarral, 103.
  • Checa del quinto regimiento de milicias populares comunistas, Francos Rodríguez, 5.
  • Checa dependiente del Subdirector de Seguridad, Marqués de Cubas, 19.
  • Checa dependiente del Ministro de la gobernación, Ángel Galarza en Marqués de Riscal, 1.
  • Checa de las Milicias Populares de Investigación, en Martínez de la Rosa, 1.
  • Checa del comité depurador de la Guardia Civil en Cuesta de Santo domingo, 6.
  • Checa de la Brigada Especial en Serrano, 108.
  • Checa anarquista Spartacus, de depuración de la Guardia Civil de Madrid en Santa Engracia, 18, dirigida por el Teniente García Jumilla.

Está documentado que la sede del Ayuntamiento de Chamartín de la Rosa, hoy Junta Municipal de Tetuán en la calle Bravo Murillo, fue uno de los siete edificios que fueron utilizados como checa en el antiguo municipio. En colaboración con esta, operaron o en el extrarradio de Madrid las denominas Checa de Las Cuarenta Fanegas de Chamartín o Checa del Comité Rojo de la Guardia civil, ubicada en las actuales instalaciones de la Guardia Civil en la calle Príncipe de Vergara y el Colegio Infanta María Teresa; o la del Instituto Nebrija, en el actual colegio Nuestra Señora del Recuerdo. En ellas fueron ejecutados por las milicias del Frente Popular 53 vecinos de la localidad, cuatro de ellos mujeres. El más joven era un estudiante de 18 años. También fueron hallados ochenta cadáveres de personas no residentes en Chamartín, abandonados en las inmediaciones del cementerio o en la carretera de Francia.

Según se desprende de la lectura de la Causa General, en los descampados de las Cuarenta Fanegas, don­de se hallaba la casa denominada «el olivar de Chamartín«, eran cada mañana escenarios macabros de una represión sin freno. Todas las mañanas aparecen cadáveres en el des­campado en que termina la Colonia de El Viso, terre­no perteneciente a las Cuarenta Fanegas»; y son descritos lo denominados «paseos» de amigos y familiares.

Checas de Madrid. Fuente: Instituto CEU de Estudios Históricos.

Marcial Lafuente Estefanía, escritor muy leído en el Infanta, se le denomino el «ángel rojo de Chamartín». El famoso autor de novelas del oeste fue concejal anarquista en Madrid, en concreto en el Ayuntamiento de Chamartín de la Rosa, y comisario político republicano, pero se jugó la vida durante la Guerra Civil para evitar el asesinato de decenas de presos y perseguidos por el Frente Popular, y que terminaba en las checas entre 1936 y 1939.

En el sumario abierto al terminar la guerra contra Lafuente consta que el novelista defendió al menos a seis personas de las filas derechistas para que no fueran llevados a darles «el paseo» para encontrar la muerte. También figuran los testimonios favorables a Lafuente de varias autoridades del bando vencedor, como el alcalde de la localidad toledana de Los Yébenes, Toribio Pedraza, quien señaló que había contribuido con su influencia y oportuna intervención a evitar atropellos que se querían cometer con personas de orden y de derechas.

Su nombre es archiconocido, pero no precisamente por esta prodigiosa labor que realizó en años de venganza, sino porque es el escritor de novelas del oeste más prolífico del siglo XX. y creo que el más leído en nuestro colegio.

También queremos reconocer desde esta líneas a los los cincuenta y cuatro guardias civiles que componían la plantilla de la Comandancia de Madrid , que fueron asesinados en la conocida  como Checa Spartacus. solo por sospechar tenían ideas diferentes.

Checa Spartacus y listado de los Guardias Civiles ejecutados el 19/11/1936