1975 El Kalisay: Una de cal……

TITULO	El Kalisay: Una de cal……
AÑO	1975
PROTAGONISTAS	Profesor Anaya
AUTOR	Juan Manuel Orozco

Aunque ahora y con el paso del tiempo, no sé si cometeríamos una injusticia, sinceramente, no me queda claro si obramos bien o mal…la historia es más o menos la siguiente.

Por mi etapa en el Infanta, teníamos de profesor de Ciencias (lo que supongo mis hijos llaman Biología) a un hombre que rara vez vimos reír y si lo hacíamos era por haber utilizado un humor tan fino e inteligente, que no lo pillábamos, era una persona muy exigente y siempre nos pillaba en “pelotas” en sus exámenes sorpresa o nos enviaba tal cantidad de deberes, que debíamos dedicarnos en exclusiva a él durante dos o tres días. Como decía al principio, ahora no lo recuerdo muy bien, pero supongo que sólo le echaría en cara que además de estudiar todas las clasificaciones de animales, minerales, etc., debíamos dibujarlos y hacerlo bien, debía querer que hiciésemos los cuadernos de campo de Félix Rodríguez de la Fuente, fueron constantes las reclamaciones que le hicimos a Don Manuel, pero parece que éramos los únicos en quejarnos y la cosa quedó en nada. Recuerdo que, en noviembre de 1975, concretamente el día 18 martes, asignó un “superexamen” para el día 20, como era costumbre (y observo por mis hijos que en eso no hemos cambiado nada) lo dejamos para el ultimo día, el miércoles por la noche, estábamos en el primer piso de mayores, reunidos en las salas de estudio preparados a pasar una noche larga a la usanza, mantas, café, algo de comer…….pero, de repente, se fue la luz, algunos con linternas y otros con velas hacían lo que podían hasta que nos rendimos y fuimos para la cama.  Al día siguiente, algo raro pasaba, era la hora de levantarse y aún no había venido nadie, ¡ Qué raro¡ Le tocaba a Juan Ramón y solía ser puntual,  si hubiese sido otro inspector, probablemente lo hubiesemos avisado, pero a éste le teníamos ganas, ¡Que se coma el marrón de que lleguemos tarde!

Al cabo de una hora más tarde de lo habitual (horario de festivo), Juan Ramón entró dando voces de que nos levantásemos, que estábamos de luto (no había clase) ya que Franco había muerto, más o menos decía “Franco ha muerto, es fiesta”.  No quiero entrar en consideraciones políticas, ni mucho menos y sobre todo si tenemos en cuenta que, para la mayoría de nosotros, Franco era el que salía en las pesetas.

Podéis imaginaros la alegría que llevamos por suspender el examen y dos días de fiesta que hacían un puente fenomenal para estudiar, aunque estoy seguro que volvimos a dejarlo otra vez para el último día.  La verdad, salvo cuatro que andaban enterados de política, el resto ignorábamos que estábamos ante el comienzo de una nueva etapa. En fin, dejando esto a un lado,  el profesor Anaya continuó con su política, nosotros seguimos protestando y parece ser que se unieron más clases y creo recordar que un curso, le metió un plátano al tubo de escape.  Don Manuel, le dio un ultimátum, o bajaba un poco el nivel o se marcharía, el Calisay (llamado así por tener una forma parecida a la botella de este licor, estilizada de cuello y un enorme culo) o bien se fue o le despidieron.  Hoy (esto está escrito en 2005), cuando mis hijos me comentan lo exigente que es un profesor o la típica frase “me tiene manía” o cualquier otra cosa, no puedo dejar de acordarme de este hombre y si realmente era tan malo o nosotros éramos un poco cabroncetes.  En fin, supongo que a él también le serviría de aprendizaje y seguro que colegios no le faltaron para dar clase, porque saber, sabia de su asignatura todo y más. Además, preparaba sus clases a conciencia no como otros que tardaban cinco minutos en saber por dónde tocaba.