1982 Por un puñado de dolares

TITULO Por un puñado de dolares
AÑO 1982
PROTAGONISTAS Pedro Merino y (omito su nombre)
AUTOR Pedro Merino

Corría la mitad del curso 80-81, yo me encontraba estudiando en 2º de Ingeniería Técnica de Topografía. Habíamos terminado los parciales de febrero, por lo que entrabamos en una época de relax y descanso.

Residía en el 4º piso, en la familia 4º,  junto a mi compañero de estudios y buen amigo Manuel Garzón Añez. Ninguno de los dos éramos aficionados a  jugar a las cartas, en aquellas timbas que se organizaban los fines de semana en la última familia.

No se la razón, me convencieron, estaba ocioso, realmente no lo sé, lo cierto es que termine sentado en una partida de cartas, póker americano para ser más exacto, junto a jugadores muy experimentados.

Habían pasado unas horas, y como era de esperar las cosas no marchaban bien, pero me salió una buena mano (póker de J). Pensé, esta es la mía.

Aposte el poco dinero que tenía, y otro jugador, del que no cito su nombre para respetar su intimidad, me subió la apuesta.

Tenía un gran dilema, una buena jugada para recuperarme y marcharme, pero no disponía de liquidez.

Entonces, mi contrincante me propone la siguiente solución: “si tú ganas es todo tuyo, si gano yo te examinas por mí en junio de matemáticas en la Facultad de Económicas, pero con la condición de aprobar”. Lo tenía tan claro que acepte, y perdí (póker de Q).

En esta época, la universidad nos proporcionaba un carnet de cartón con una fotografía grapada y en sello encima. Recuerdo que unos días antes del examen comenzamos la tarea de falsificar el mismo. Lo complicado era el sello, pero teníamos un gran dibujante, Palazón, quien con una habilidad extrema calco el sello sobre la foto.

Así, un mes de junio me encontraba en un aula de la Facultad de Económicas (Universidad Autónoma) examinándome y con mi nuevo carnet  sobre la mesa. Si es cierto que tenía cobertura de compañeros del huérfano en cuestión.

Por suerte las cosas salieron bien y saque un 5,5. Si nos pillan, hoy ninguno de los dos seríamos titulados universitarios.

Ya puestos y viendo que las cosas eran fáciles, se repitió la historia en el curso siguiente (Ingeniería Técnica en Telecomunicaciones), pero aquí por una buena causa. Pero eso es otra historia.

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