1949-1985 – Pravia – Nuestra Señora del Carmen

El Colegio Nuestra Señora del Carmen lo regentaban las monjas de la Congregación «Amantes de Jesús» e «Hijas de María Inmaculada» (en los años 80 «Hijas de María Madre de la Iglesia»).

Estuvieron unas 40 alumnas desde el año 1949 a 1985, aunque ya en el año 1971 solo había 11 alumnas huérfanas del Cuerpo.

Durante algún tiempo, ese colegio se llamó «Camilo Alonso Vega» y lo habitaron huérfanas e hijas de personal en activo y otras alumnas de diversas procedencias.

Está construido en la ladera que da al río Nalón. Abierta la cancela exterior, nos encontramos con la residencia de los sacerdotes a la izquierda. Al fondo varios edificios corridos, destacando uno de piedra en el que habitaban las monjas. En el exterior de la planta baja hay una placa conmemorativa de mármol, en la que se lee:

Las Religiosas Hijas de María Madre de la Iglesia
a sus fundadores familia Valdés de los Ríos y Omaña
así como sus bienhechores Excmo. Sr. Don Camilo Alonso Vega
Teniente General y Ministro de la Gobernación
Excmo. Sr. D. Miguel Ángel García Lomas
Director General de Arquitectura Economía y Técnica de Construcción.
En señal de gratitud ofrecen su trabajo
y oraciones por su bien y lo perpetúan en
la inscripción sobre los vetustos muros
de la que fue Casa Solariega,
hoy Colegio de Huérfanas de la Guardia Civil.
Los Cabos (Pravia) 17 de septiembre del año del Señor de MCMLXIX«.

Entre la casa de las monjas y el edificio de aulas hay una iglesia dedicada a San Ramón Nonato, de piedra su parte frontal, un pequeño rosetón como único adorno destaca en el sobrio edificio, encajado con el resto de las edificaciones.

En el centro del patio hay una pequeña ermita, de la que solo queda en pie el edificio en piedra vacío en su interior, que se utilizó como biblioteca también como aula de parvulitas. En la parte de atrás del edificio principal, había una piscina y un campo de deportes con sus gradas, además de un gimnasio con potros y cama elástica para la práctica de diversos deportes.

Las alumnas más pequeñas vestían un pichi; las demás, una falda gris, camisa beige y chaqueta azul marino.

La comida, como en todos los colegios en idénticas fechas; eso sí, sopa todas las noches. Por la mañana, tazón de café con leche en tazas de plástico de diferentes colores. Uno de los platos más característicos era jamón de york rebozado. De postre, dos galletas de chocolate.

En la festividad de los Reyes Magos les traían a las huérfanas con cargo a la Asociación Pro-Huérfanos, lo que pedían.

Para las más jóvenes, la directora fue Sor Teresa Ramos (Sor Ángela lo había sido antes muchos años). A Sor C. España la recuerda porque conducía el vehículo con el que iban a Pravia a efectuar

las compras, a Sor Consolación porque llevaba las labores del lavadero, Sor Dulcenombre tenía su puesto en la cocina, además de Sor Ángeles Riolobo, Sor Herminia, Sor Pilar Pastor, etc. Pero las monjas no daban clase, había profesores titulados como la señorita Lidia o el matrimonio formado por Jesús y Elisa; esta última daba la asignatura de gimnasia a las chicas.

En la actualidad residen en este antiguo centro de enseñanza unas familias de legos, a cuyo frente está Rafael, quien ha suscrito un contrato con el arzobispado de Oviedo para residir en ella e intentar conservar las edificaciones. Se denomina «Centro de Arte de Los Cabos».