1940-1943 – Valladolid – La Providencia

Mariano Miguel Álvarez Sánchez, vecino de Valladolid, tenía un colegio situado en el casco antiguo de la capital, en la calle Torrecilla números 16-18.

Don Mariano se ofreció a colegiar hasta 400 huérfanos en su centro particular y seglar. Se acepta por parte de la Asociación Pro-Huérfanos de la Guardia Civil, desde 1940 a 1944, con las siguientes condiciones:

  • por la pensión mensual de 125 pesetas por plaza
  • más 12 pesetas mensuales por gastos menores (medias suelas, tinta, papel, etc.)
  • 20 pesetas mensuales por médico, campo de deportes, etc.

El Colegio se denominaba «La Providencia«, ‘LaProvi’ para los alumnos, donde se estudiaba 1ª y 2ª Enseñanza.

En 1940, se trasladaron los primeros alumnos desde el Palacio de la Torreta, en Aguas de Busot (Alicante) y los que estudiaban bachillerato en la localidad de Espinardo (Murcia). Todos ellos inicialmente provenientes de la evacuación en 1937 del Balneario llamado “La Fuensanta”, sito en Pozuelo de Calatrava (Ciudad Real). 

 El colegio de La Providencia estaba dirigido por seglares funcionaba como internado con huérfanos de médicos y guardias civiles venidos de toda España, aparte del externado.

Era un viejo edificio construido sobre el antiguo palacio del conde de Oñate del siglo XVI, con tres pequeños patios, propiedad de D. Miguel Álvarez y Dña. Ascensión Sinova. Tenía un internado constituido por el “Patronato de huérfanos de médicos y Guardias Civiles”.

Además de los huérfanos de la Guardia Civil, residían otro contingente menos numeroso de huérfanos de médicos, y un tercer grupo de alumnos particulares, casi todos hijos de terratenientes de las provincias de Valladolid, Zamora y alguno de Segovia y Toledo.

El grupo más numeroso de nuestros huérfanos estudiaba primaria, unos pocos bachilleres y, un tercer grupo de mayor edad estudiaba oficios, encuadrados en una sección especial dentro del colegio.

Como no entraban todos los huérfanos de la Guardia Civil, los que estudiaban ‘oficios’, con una cierta independencia del resto de los alumnos, fueron alojados en otro edificio situado enfrente, con la denominación de Colegio de «San Luis».

La disciplina era severa. Todos los movimientos se realizaban a toque de silbato y en el más absoluto silencio; era una falta hablar o reír en la fila.

El capitán de la Plana Mayor de la Comandancia de Valladolid, Enrique Gasulla Alonso, era el encargado de visitar el centro de enseñanza y preocuparse de la marcha de los huérfanos, especialmente del vestuario, visitas a médicos y viajes en vacaciones.

Al finalizar el curso 1942-1943, el dueño del Colegio de la Providencia., se lo vendió a los Hermanos Maristas, y comenzó el siguiente curso con el nombre de Colegio de la Inmaculada.

En el curso 1943-1944, los huérfanos de la Guardia Civil que residían en el Colegio La Providencia (Valladolid), y no estudiaban bachillerato fueron trasladados al Colegio «Infanta María Teresa» de Madrid, excepto unos pocos que siguieron en el Colegio de La Inmaculada (Valladolid) y un pequeño número, algo más de 20 huérfanos, que estudiaban bachillerato, fueron trasladados al Colegio de «El Salvador» (Valladolid), hasta finalizar el curso 1945/1946. Siendo trasladados al Colegio Infanta María Teresa de Madrid en el curso 1946/1947.