Colegios en la Guerra Civil

Serían aproximadamente las doce de la noche de los primeros días de noviembre de 1936, cuando las voces de los celadores despertaron a los huérfanos que dormían plácidamente en el Colegio Infanta María Teresa, anunciando un inminente ataque de la aviación. No extrañó a nadie porque tal situación venía repitiéndose con frecuencia, bajando los alumnos a la menor señal de alarma a los túneles (sótanos bajo las antiguas cocinas y enfermería).

Se solían escuchar explosiones cercanas, algunas descargas de fusilería, el repiqueteo de una ametralladora, luego el silencio de nuevo y pasado un tiempo prudencial a la cama que todavía estaba calentita. Esta vez bajaron como de costumbre a los sótanos y allí estuvieron toda la noche, en duermevela la mayoría de los huérfanos.

Pero nadie había escuchado ni el vuelo rasante de los aviones, ni bombardeo alguno, ni tan siquiera algunos tiros aislados de fusil o pistola. A la mañana siguiente, cuando salieron del sótano envueltos en sus mantas, vieron a unos cuantos camiones de la marca Hispano-Suiza aparcados frente a la puerta principal del Colegio.

Habían traído durante la noche a las alumnas del Colegio Marqués de Vallejo y a las dos secciones, la de jóvenes y la de Huérfanos, del Colegio de Guardias Jóvenes. No el total de los alumnos porque muchos de ellos se habían quedado en sus casas una vez finalizadas las vacaciones de verano dadas las circunstancias por las que atravesaba el país y la dificultad de realizar largos recorridos.

A las chicas por las prisas las acomodaron en las camas que bajaron al sótano, cambiándoles las sabanas. Hubo que reorganizar los dormitorios, reacomodando a los de Infanta con parte de los de Valdemoro en el ala derecha de la planta baja que estaba vacía. El resto en la segunda planta. Las chicas siguieron donde habían dormido la primera noche.

A finales de 1936, varios días después del inicio de la Batalla de Madrid, se organizó una caravana de autocares que transportaban a los alumnos (chicos y chicas), con la intención de dirigirse a la provincia de Ciudad Real, a un Balneario llamado “La Fuensanta”, sito en Pozuelo de Calatrava, donde se instalaría la nueva ubicación del Colegio de Huérfanos de la Guardia Civil.

En 1937, motivado por los movimientos de las fuerzas en la guerra, por la provincia de Córdoba, los alumnos fueron evacuados hacia un lugar de mayor seguridad, siendo trasladados al Palacio de la Torreta, en Aguas de Busot (Alicante).

Para que pudieran estudiar mejor bachillerato, se hizo una selección y se trasladó a una localidad cercana a Murcia, Espinardo, no estando mucho tiempo aquí, debido a la entrada de las fuerzas nacionales a Murcia, acabándose la guerra civil, no completando el curso iniciado.

En 1938, el colegio Salesiano «María Auxiliadora», ubicado en la avenida del Lehendakari Aguirre, número 75, de Deusto (Vizcaya), acogió de forma escalonada a un número indeterminado de huérfanos varones. Desconociendo si regresaron a Madrid.

En 1940, Don Mariano Álvarez Sánchez, ofreció a colegiar hasta 400 huérfanos en su centro particular denominado La Providencia (Valladolid), aceptado por la Asociación Pro-Huérfanos de la Guardia Civil, desde 1940 a 1944.

Motivado por el número creciente de estos por las víctimas de la guerra, el número paso a ser muy numeroso el número y no disponer de sitio, los que asistían a las clases de Artes y Oficios fueren trasladados al Colegio San Luis, situado frente a otros en la Calle Torrecilla. Estos alumnos disponían de una cierta independencia del resto de los alumnos.

En la postguerra fueron varios los colegios que acogieron a huérfanos, La Inmaculada (Valladolid) desde 1940 a 1943, El Salvador (Valladolid) desde 1944 a 1945, San Luis (Valladolid) desde 1943 a 1946, Corazón de María (Zamora) desde 1943 a 1944, La Fuenciasla (Segovia) desde 1943 a 1944.

Una vez terminada la Guerra, en el curso 1941/1942, se les encomendó a los Hermanos Maristas la dirección de la enseñanza en el Colegio Infanta María Teresa (Madrid). Comenzando a acondicionarlos para recibir a los primeros alumnos en el curso 1945/1946.