1980 Huérfano, desde casi siempre, del infanta, también

TITULO Huérfano, desde casi siempre, del infanta, también
AÑO 1980-1990
PROTAGONISTAS Juan Manuel Orozco
AUTOR Juan Manuel Orozco

Que el Infanta ha sido mucho Infanta en nuestras vidas nadie lo duda, que ha hecho que aun después de 30, 40 o incuso 50 años sigamos hablando de él, es evidente, que mantengamos nuestra hermandad con antiguos compañeros, es una realidad.

Fue nuestro hogar y sus habitantes nuestros familiares en mayor o en menor grado.

Siguiendo este símil, podríamos decir que los Guardias Civiles del parque de tráfico, eran como nuestros tíos, algunos eran tíos tan lejanos, tan lejanos, que pasaran olímpicamente de nosotros, pero otros, habían mamado del Infanta desde pequeños.

No sé si ya lo conté, pero como viene al caso lo hare de nuevo. Un día estando en Quinito en la cola de los bocatas, un Guardia pretendió colarse de mí a la vez que decía “aparta chaval”, en ese momento, el Guardia que estaba detrás del (creo que antiguo alumno), le agarro por el hombro y más o menos le dijo “Pero gilipoyas, no ves que podría ser tu hijo” volviendo a ponerle en el lugar que le correspondía. Como el “gilipoyas” había pocos, pero había, sin embargo otros, eran tíos tan cercanos, tan cercanos que parecían hermanos, te invitaban a veces a un bocata, un donut o un refresco, más tarde, una copa, café o tabaco. Después de salir del Infanta tuve un par de ocasiones para comprobar esos lazos que nos unían a ellos, especialmente la última de este relato.

Huérfanos lo hemos sido desde el momento en que fallecieron nuestros padres y lo seguiremos siendo toda la vida aun en el hipotético caso de que alguien nos adoptase (estaría gracioso a nuestros años), para nosotros la palabra huérfano ha tenido siempre un significado diferente, aunque la RAE lo explica bien, “huerfano1. adj. Dicho de una persona de menor edad a quien se le han muerto el padre y la madre o uno de los dos, especialmente el padre”. La mayoría de la gente lo asociaba a la falta de ambos progenitores, independientemente de esto, para notros tenía un significado más amplio, compañero, colega, amigo, hermano, y un largo etc. Como no podía ser de otra manera, llego el día que nos dieron un carnet de huérfano.

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Con él, en un principio, servía para identificarnos a la hora de entrar en el Infanta, aunque no se para que, Hilario, nos conocía de sobra a todos y por nuestros nombres.

Con el carnet hicimos algún intento de pasar en algunos sitios sin pagar, como autobuses, museos y algún que otro lugar y solía dar resultado. Posteriormente al Infanta lo lleve siempre en mi cartera y a día de hoy lo tengo prácticamente destrozado.

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Mi relato viene un poco a mostrar como después de salir del Infanta, algo había que aun nos protegía y nos ayudaba. Un día con 20 o 21 años venia yo solo, de “fiesta” de una localidad a unos 50 kilómetros de Oviedo, tenía un 2 caballos que me había tocado en una discoteca. Por aquella época, tenía una buena melena, y el coche se averió, era una avería conocida, la rótula de dirección, algo que te permitía circular a 30/40 km por hora, pero no más, si lo sobrepasabas, la dirección y por lo tanto el coche empezaba a vibrar de manera convulsiva. No estaba dispuesto a pagar una grúa por lo que decidí ir hasta casa despacio, era una carretera comarcal con muy escaso tráfico y menos de noche, además tenía pocas localidades que atravesar, iría por el arcén donde lo hubiese y donde no, pegado lo máximo posible a la derecha. Después de más de media hora circulando en constante tensión acentuada por ir yo solo y volviendo a bajar la velocidad cada vez que vibraba, veo un coche de la Guardia Civil que se para, ponen las luces y se acercan, levanto la ventanilla (en el 2CV se levantaba media ventanilla) y le digo… ”Menos mal que encuentro a alguien amigo” a lo que me respondió con ese tono prepotente que se pone a veces cuando quieres decir a la vez que contestas “qué coño dirá este tío” le explique que era huérfano, y por lo tanto lo que era para mí la Guardia Civil y en seguida empezaron a darme consejos y recomendaciones, me dijeron que irían conmigo hasta el siguiente pueblo y de ahí a Oviedo no me quedaba mucho, al marchar me pidieron prudencia y cuidado, que pusiese los intermitentes de avería y que a la menor duda, dejase el coche en la carretera. Llegue sano y salvo.

La segunda ocasión fue un poco más curiosa y muy cercana en el tiempo, trabajaba para una empresa que había llevado a pintar, una 4L de esas que tienen la palanca en el salpicadero, mi jefe había corrido en ralyes y le sacaba todo el potencial posible a ese trasto, a mi me gustaba imitarle con ese “bolido”. Me enviaron a un recado, tenía que ir a por la furgoneta que ya estaba pintada e ir a las afueras de Oviedo a por un material, iba en funda azul de trabajo, cogí la 4L y a por el recado, tome la autopista de Gijón y a la altura de Lugones hay una salida de esas en circunferencia enorme que va a enlazar con otra que pasa por debajo de la autopista, en esa unión, hay un stop, pero tiene muy buena visibilidad y casi nadie lo hacía. Por ello, no era raro que una patrulla de tráfico se colocase en un punto estratégico para hace caja…….y allí salía yo, apurando las marchas de la 4L que parecía que al pintarla corría más…….lo próximo que vi, un Guardia mandándome parar, lo hice y se me acercan los dos….

G.C.-”Se ha saltado un stop, ¿Podría decirme el motivo?

YO.- Vera, es que, es una curva con mucha visibilidad y vi que no venía nadie……

G.C.- “No lleva cinturón de seguridad puesto, ¿es también porque no venía nadie?” El sarcasmo del GC, crecía según iba aumentando el importe de la multa.

YO.- Lo siento, la verdad es que suelo ponerlo casi siempre (de aquella creo recordar que solo era obligatorio en autopistas).

G.C.- ”Documentación del vehículo”

YO.- (En ese momento caí en la cuenta, claro que corría mas, la habían vaciado de toda la mierda que llevaba siempre dentro incluida la documentación, “tierra trágame, que le digo yo a este”). «Pueden oler la pintura la acabo de sacar del taller y tal y cual….”

El Guardia Civil ya no tenía ojos, tenía el símbolo del dólar en cada pupila ($,$), el sarcasmo ya llegaba a niveles burlescos al decir…

G.C.- ¿Al menos, tendrá Carnet de conducir? Dijo con un hilo de sonrisa.

Lo primero que hice fue echarme la mano al bolso del mono, Ufff allí estaba la cartera.

YO.- Si carnet si traigo.

Se lo entregue.

Antes los carnets de conducir tenían 3 partes que se metían en carteras especiales para ellos, yo en la parte central, llevaba el del Infanta.

Veo que el GC al estar mirando la documentación voltea la cartera y pregunta.

GC.- ¿Qué esto que tiene aquí?

YO.- El carnet de Huérfano de la Guardia Civil.

El cambio de tono fue instantáneo, ya paso a tutearme, pasó de la sorna a casi estar riñéndome, pero sin agresividad, más bien como el que te echa en cara algo por tu bien.

G.C.- Y a que estabas esperando para decírmelo, ¿no ves que si empiezo a tramitar la multa luego no puedo quitarla?

YO.- Es que me daba un poco de vergüenza utilizar el carnet para esto…

Ya con un tono totalmente familiar…

GC.- Mas vergüenza me daría a mi poner una multa a un hijo del cuerpo, anda, anda….. pon el cinturón, tira y no te saltes ningún stop mas, ten cuidado.

YO.- No te preocupes, así lo hare y muchísimas gracias.

Esta historia, no se me olvidara jamás, compartiéndola con otros huérfanos, me han contado otros casos donde ser del Infanta era como tener unos galones especiales que te abrían puertas y te facilitaban las cosas cuando tenías que hablar con un superior del cuerpo, llegabas nuevo a un destacamento o situaciones similares.

No he tenido oportunidad de volver a repetir la historia anterior ni creo que ya esté en edad de decir a nadie “Soy Huérfano”, “A sus años, usted y media España” me podían contestar. Pero siempre he soñado que yendo acompañado de mi mujer y mis hijos me parase la Guardia Civil y después de entregar la documentación me dijesen Coño huérfano, que alegría”…. No sé, es un sueño como otro cualquiera.

3 respuestas a 1980 Huérfano, desde casi siempre, del infanta, también

  1. Angel dijo:

    Yo tengo otra anécdota pero esta vez es al revés. Tuve un contrato en Lanzarote desde el mes mayo hasta septiembre del año 1994. En esa bonita isla existían los stops pero nadie nadie los respetaban, bueno… Yo si! Un día haciendo un stop como Dios manda, un coche de la Guardia Civil que no se esperaba al parón (cuando digo nadie es que era nadie)me chocò por detrás haciéndome algunos desperfectos sin gravedad. Todo se termino en una agradable conversación entre casi hermanos.

  2. Anónimo dijo:

    Que bonita historia Juan Manuel. Gracias por compartirla. Un saludo, amigo y hermano huérfano.

    • Anónimo dijo:

      La verdad es que llegando a la edad de jubilarme y siendo muchos años conductor de camiones he podido en muchas ocasiones utilizar mi privilegio de ser huérfano de la Gc pero no todas las veces con un buen resultado,pero siempre seguiré diciendo en todas las ocasiones yo soy huérfano de la Gc y horgulloso de pertenecer a esa gran familia,por desgracia en todas las familias ay indeseables pero debo reconocer que son pocos. Un abrazo para todos mis hermanos de infanta amigos de la Guardia Civil

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