1977 Don Mariano y la natación sincronizada

TITULO Don Mariano y la natación sincronizada
AÑO 1977
PROTAGONISTAS Don Mariano y Mario Romero Macias
AUTOR Juan Manuel Orozco

Dentro de la categoría de profesores y como no podía ser de otra manera, es de merecer el dejar reflejado a Don Mariano Abanades del Arpa, profesor de lengua.  De baja estatura con su abrigo azul oscuro que casi lo cubría entero y con esa mirada huidiza del que se siente inferior o con miedo.  No mantenía la mirada pero cuando se cabreaba, perdía el control, eso si, muy pocas veces lo vi así, pero alguna hubo.  Era un amante de la caligrafía y cuando le dabas algo a firmar, comenzaba a dar círculos en el aire con la pluma y según se aproximaba al papel,  hasta que arrancaba y con caligrafía casi de imprenta firmaba Don Mariano Abanades del Arpa. Para firmar las notas y teniendo en cuenta que por aquella había cinco evaluaciones, supongo que al terminar una ya estaría firmando las otras.

Como decía, era tímido y un día corrió la voz por alguien de bachiller, que si suspendías con un 4 o así y le llorabas un poco, te aprobaba.  No se quien fue, se me cruzan tres candidatos en mis recuerdos, es igual, el que fuera, el caso es que al dar la notas, y ver que estaba suspenso, se fue hacia la mesa del profesor, empezó a suplicarle y al ver que no funcionaba, empezó a llorar a grito y moco tendido, hasta que Don Mariano le dio el aprobado.  Supongo que los de bachiller lo decían por otra manera de “llorar”, pero el caso es que la cosa funciono. Después se corrió la voz, pero Don Mariano, se mostro impasible.

Otra situación que se dio con don Mariano y que termino con el un poco cabreado, fue la siguiente,  Mario Romero era especialista en tirarse unos pedos enormes, especialmente después del desayuno, había estado ensayando un proceso de sincronización que aplicaba con determinados profesores, con otros, no se atrevía ya que sospechaba que andaban mejor de oído.  El caso es que a la vez que tiraba el “cuesco” tosía fuertemente y esta tos mitigaba y ensordecía el ruido del primero.  Solo los que estábamos al tanto de sus habilidades nos dábamos cuenta, especialmente si te sentabas detrás y veías que se inclinaba 15º a la derecha o izquierda (dependiendo de la situación del profesor), pero un día, en clase de lengua, nuestro campeón de sincronizada tuvo un fallo, no recuerdo que fue primero si la tos o el cuesco, pero el caso es que ambos no dejaron lugar a dudas de que era cada cosa, Mario, totalmente colorado y Don Mariano, casi mas avergonzado que Mario dijo con voz enérgica la frase  “A ver si guardamos la compostura”.

En alguna que otra ocasión y casi seguro por algún examen o algunas notas, termino rodeado de colegiales hasta que o conseguíamos lo que queríamos o lo veíamos que le empezaba a hervir la sangre.

Pese a mi pésima caligrafía, mis múltiples faltas de ortografía y mi discreto comportamiento, era una asignatura que no solía suspender aunque fue uno de los motivos de mi elección por las ciencias, pero eso es otra historia.

8 respuestas a 1977 Don Mariano y la natación sincronizada

  1. FJ dijo:

    EL «BUENO» DE DON MARIANO Y SUS ORIGINALES DICTADOS
    Fue bachiller durante seis años en el «Infan», cuando el Patronato estaba dirigido por el General Mariscal y el Director era D. Manuel Carrascosa.
    Estudié muchos años con D. Mariano en el «made in infan», como se llamaba a veces al centro, Tenía fama de bueno y tolerante, no autoritario, sus clases tenían, a veces, cierto relajo, sin imperar el principio de recreo o de placer y a veces tenía que sufrir el bullicio del alumnado en el aula, poco que ver con las disrupciones aularias frecuentes en algunos centros educativos públicos. Su asignatura era de fácil aprobado.
    Recuerdo sus dictados. Entre ellos, uno de estilo y de firma, que ocultaba bajo forma narrativa, los apellidos de gran parte de los alumnos del aula.

  2. Jesús Carranza dijo:

    ¡ Cuántas anécdotas y recuerdos entrañables nos dejó Mario !.
    Su marcha me produce una gran tristeza, pero me consuela el creer que allá donde esté se lo estarán pasando en grande con él.

  3. Anónimo dijo:

    Que descanse en paz el Pinfano….

  4. Eduardo Tejero dijo:

    Agradezco la información, y como compañero y amigo que me consideraba deseo que reciban sus familiares en estos momentos, mis condolencias.

  5. Antonio Campano Díaz dijo:

    Antes de nada un abrazo a mis hermanos del Infanta, aunque seamos de promociones distintas…
    Mi anécdota es triste en el tiempo… Fue hacia el año 73, antes de Navidad. Cursábamos 6º de Bachillerato, en el aula que estaba frente al Laboratorio de Ciencias Naturales (pasillo de la planta baja). Me esperaba un 8 (por lo menos) en la nota de Lengua y Literatura… Pero un 8 de los que espera un estudiante, es decir, desde la percepción del chaval joven, inmaduro, que se cree que por cuatro cosillas inconexas que escriba en un examen ya merece «el oro y el moro».
    Cuando me dijo un 3 ó un 4 (no recuerdo), me quejé, protesté y pataleé… Todos reconoceremos que D. Mariano era «débil de carácter» (por lo menos aparentemente) y, por eso, le echábamos «cataplines» (con otros profesores no nos atrevíamos)… A estas alturas no pongo ya en pie si me aprobó o mantuvo el suspenso, pero el hecho es que ahora el profesor soy yo. Llevo casi 35 años dedicado a la Enseñanza, profesor de Geografía e Historia de Bachillerato. He tenido escasísimas reclamaciones, pero cuando las he tenido, me acordaba de D. Mariano y soportaba estoicamente la «impertinencia» (cuando así era), como una penitencia que le debía a mi querido profesor (no apreciado convenientemente en su momento)…
    Cuando ya estudiaba la carrera, en la Sala de Actos, justo en la misma Puerta Principal, con motivo de la visita del Director de la Guardia Civil, en aquellos tiempo (1977), el Teniente General Campano López (que no es familiar mío, por cierto, sólo es coincidencia), estamos tomando la típica «copa de vino español» y D. Mariano se me acercó y me dijo: -Todavía me acuerdo de tu protesta, Campano. Algún día te darás cuenta de lo que se sufre como profesor… Yo traté de quitarle importancia, con aquello de «pelillos a la mar, D. Mariano»… Pero me afectó. Y así fue.
    Desde aquí un abrazo y mi más profundo respeto para D. Mariano Abánades del Arpa, que seguro habitará en la Gloria de los justos… Un bajito grande, un buen profesor, una magnífica persona y un hombre de honor.

  6. Anónimo dijo:

    Hola, soy Mario Romero y el episodio fue tal y como lo has contado, la verdad es que nos reímos mucho. Un abrazo Orozco y compañía , hacéis un gran trabajo.

  7. Anónimo dijo:

    Hola. De casualidad caigo en esta página y veo tus comentarios sobre don Mariano Abánades. Me llamo Luis Tejada Hernández, y fui alumno del Colegio allá por el año 54. Un episodio similar al que relatas lo presencié yo cuando, al comunicar las notas siguiendo la lista de los alumnos de mi clase, y al llegar a Carlos Díaz Guerra, dió una cifra que no recuerdo pero que debió ser bastante baja, pues, al oírla el aludido, se levantó de su asiento y exclamó : » ¡ Don Mariano ! «. Éste, un tanto asustado, respondió : » Más dos . . . más dos «.
    Y éste es el relato.
    Un saludo

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