1975 La sopa de Don Celestino

TITULO La sopa de Don Celestino
AÑO 1975
PROTAGONISTAS Don Celestino y Don Gaspar
AUTOR José Antonio Molina Salamanca

Don Gaspar, el inspector,  ha dado para  muchas anécdotas. Lástima, que los recuerdos  se van perdiendo,  pero siempre queda alguna.

En mi caso, además de estar de oyente en más de una de sus exageraciones,  como fue la de conducir de noche más de 60-70km. dormido, respetando, eso sí, todas y cada una de las señales de tráfico, stop, semáforos, giros etc. fui visionario de otras,  y participe y protagonista de alguna más.

Una cena de un día cualquiera,  Don Celestino husmeando por las ventanas del  comedor de pequeños lo que había dentro de la perola,  por fin,  un pinche casi en un susurro le dijo,  sopa de de mariscos (léase algunos trozos de mejillones, quizás una gamba, jamás vi un trozo de pescado y arroz o similar,  pero estaba realmente buena y además caliente).  Don Celestino cambio de semblante y rebosaba felicidad, una atropellada y acelerada felicidad, así  que … de forma rauda organizó todo el desaguisado de filas de entrada al comedor que Don Gaspar no era capaz de controlar.

Puestos en fila y entrado el último alumno al comedor,  con Don Gaspar,  aún, cerrando la puerta del mismo,  Don Celestino ya estaba en el centro del comedor dando la bendición de los alimentos que íbamos a tomar (sobre todo él),  y pronunciando las palabras mágicas de “sentaros”.

Mientras  Don Gaspar adecuaba a los niños con sus servilletas en las piernas, su postura en las mesas y su forma de comer, Don Celestino, en su mesa, de pie, escarbaba,  rebuscaba, cazaba  y  pescaba con el cazo,  cuantos tropezones encontraba en la perola,  y que  una vez dispuestos todos en su plato,  acompañó de dos pocillos de arroz con su poquito de caldo.

D. Celestino disfrutaba comiendo, bueno… disfrutaba comiendo y disfrutaba sabiendo lo que se le venía encima.  No era la primera vez.

-CELESTINOOOOOOOOOO, otra vez me has dejado sin nada, nada,  ni un solo mejillón, ni una gamba.

-Solo había dos, además  he dicho  “sentarse y comer”  ¿no?,  pues eso.

Y Don Celestino cabizbajo y con  media sonrisa, cucharada va y cucharada viene,  pregunta:

 –Gaspar… ¿”de segundo que “toca”?.

Molina Salamanca, un abrazo compañeros.

Una respuesta a 1975 La sopa de Don Celestino

  1. Anónimo dijo:

    Recuerdo que el Sr. Gaspar tenía una forma muy peculiar y que se hizo famosa, de pedir los vales, los cuales fueron creados para el control de la conducta de los huerfanos, los cuales fuimos de dotados de cinco de ellos. A lo que iba el Sr Gaspar te pedia; dame un vale, si no tenías, te decia, pues me das dos. Fué un chascarrillo muy usado entre los huerfanos en una larga temporada.
    Jose A. Martín «El Cura»

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